El poder de una buena actitud

La actitud es la clave del éxito. La actitud es la postura mental en relación a los hechos o simplemente la manera de ver las cosas. La actitud que tomes será la que te hará diferente de otros vendedores. Cada persona tiene la capacidad de decidir cuales cosas nos marcan el día, lo que nos hace diferentes.
Tener una actitud positiva aparte de hacerte mas feliz, te ayuda durante el día a realizar tus tareas con mas energía, tener fuerza interior, ayudar a los demás a sentirse mas motivados y sobretodo nos puede ayudar a conseguir mas metas que nos propongamos.
¿Cómo beneficia esto a mis ventas?
Las actitudes positivas de un buen vendedor permiten transformar el negativismo en sentimientos y acciones positivas en cualquier situación de ventas.
Una de las actitudes que mas atrae a los clientes es saber que quien les está vendiendo puede ponerse en su lugar y entiende sus necesidades. La empatía es una de las actitudes mas importantes para ser un buen vendedor. Además, la empatía es uno de los requisitos previos para un excelente servicio al cliente.
Conocer muy bien tu producto, marca la diferencia en una venta exitosa.
Al conocer de pies a cabeza lo que vendemos nos dará la confianza y el entusiasmo de poder comunicarnos adecuadamente y contagiar a nuestros clientes de ese entusiasmo, tambien brindarles confianza para que puedan los clientes estar seguros de que al realizar su compra o contratar nuestros servicios obtendra algo que satisfaga todas sus necesidades.

Vender tu producto como una necesidad, aunque no lo sea, garantiza una venta exitosa.
El consumidor recibe una serie de estimulos a traves de los sentidos. Esos estimulos (desde el punto de vista del consumo) pueden provenir de estar en un supermercado, ver un anuncio, una conversacion con sus amigos sobre un producto o servicio, ver una noticia, etc.
En su cabeza el consumidor asocia ese estimulo con una necesidad que está sin satisfacer, que puede incluso que ni sea consciente de ella, que no haya reflexionado jamás sobre esa necesidad (de ahí viene el mito de que las empresas pueden crear necesidades) y comienza a vincular la satisfacción a una mejora en su vida.
La necesidad de darse pequeños caprichos de vez en cuando, de mejorar la calidad de vida, de cambiar cuando se lleva mucho tiempo haciendo lo mismo, la de intentar satisfacer a los demás. Son necesidades básicas, necesidades que están siempre ahí, que pertenecen a nuestra naturaleza. Crear una nueva necesidad es la mejor estrategia para vender.
